Todos buscamos poder influir en las decisiones de nuestros clientes, buscar influir más sobre sus decisiones, para así poder tener controladas tanto la venta como la producción. En este artículo vamos a ver las 2 clases de consumidor en hostelería principales.
Tanto si tienes un negocio que cuenta con productos de primera necesidad (por ejemplo un horno/pastelería) como un restaurante al uso, te interesa identificar su comportamiento, y gracias a marketinghostelería, sacarlo de ahí cuando lo necesites:
- Tipo 1.
El cliente en piloto automático.
Este cliente va para adelante y nada distrae su atención entre su necesidad y el producto que desea. Generalmente esto sucede cuando los productos de primera necesidad entran en escena.
Por ejemplo, el tipo de cliente de compra automática de pan o café. Entra en el establecimiento y traza una línea recta entre la puerta y la caja y no mira nada más.
Es maravilloso tener clientes, sobre todo si se toman el café o compran el pan todos los días en tu negocio, pero…
…¿No sería más maravilloso todavía si además les vendieras otros productos de mayor margen para ti?
¿No sería más económico para tu negocio empezar a vender más a tus clientes actuales que invertir en conseguir nuevos?
- Tipo 2.
El cliente aconsejable
Dicen los estudiosos que el 70% de los clientes que entran en un restaurante no saben que van a pedir. Esto traducido al español significa: OPORTUNIDAD.
Ahora bien, ¿tu equipo sabe en cada momento que es lo que debe aconsejar y porqué? ¿O por el contrario se limita a entregar la carta, enumerar los productos y anotar los pedidos?
Si esto es así, tu negocio está dejando de facturar entre 5 y 10 euros por camarero/día, y sabes que en tu caso igual estoy tirando muy por lo bajo.
Sea cual sea tu tipo de negocio de hostelería (tanto si tienes un restaurante con una carta o un mostrador que combina productos de todo tipo) marketinghostelería puede ayudarte a aumentar las ventas y optimizar tus gastos de captación de clientes.
Empieza desde ya a tomar el control, deja de malgastar tu dinero en acciones que no funcionan, y toma medidas para aumentar las ventas en tu restaurante o cafetería.
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